El mayor enemigo de un Manager es su propio ego, tener un autoconcepto de sí mismo tan elevado que no le permita abrirse a otras opciones más que las que su propia opinión ha generado.
Bonus track si llegas al final :)
El ego en 1 minuto
Si tomamos todas las creencias de lo que somos, las creencias acerca de nuestra personalidad, nuestros talentos y habilidades, tenemos la estructura de nuestro ego. Por tanto se trata de una construcción artificial.
“El ego no es lo que realmente somos. El ego es nuestra autoimagen, nuestra máscara social. Es el papel que estamos desempeñando. A la máscara social le gusta la aprobación; Quiere controlar, y se apoya en el poder porque vive en el temor”.
-Deepak Chopra-
El Manager está para servir
Resulta casi contra-natura para nuestro ego decir que un Manager está para servir, ya que el Manager es el “jefe”, el que “parte y reparte” y el que se lleva la “mejor parte”. El Manager es aquello a lo que los empleados quieren llegar, porque produce algo así como ‘status’, porque uno está henchido de orgullo cuando le dice a sus padres, “me han promocionado, ahora soy el jefe”, cuando uno le dice a sus amigos “ahora soy el puto amo”.
Esto está intimamente relacionado con nuestro estilo de vida; es como el que lleva un buen coche y le proporciona ‘status’ a los ojos de los demás, o como el que se compra un chalé con piscina, o como el que se va de vacaciones y hace que todo Instagram lo sepa. Para un currito de barrio como la mayoría hemos sido o somos, ser Manager es un anhelo que te posiciona por encima del resto de curritos, y que te va a proporcionar probablemente más dinero para poder acceder al resto de ‘lujos’ que van a seguir señalando tu ‘status’.
Y un día llegas a Manager, y empiezas a comportarte como “un jefe”, por encima de los demás, tratando a los demás de manera altiva, como si no supieran hacer su trabajo bien, porque claro, tú ahora eres el jefe, tú has llegado ahí porque en el pasado has hecho un buen trabajo y te has posicionado bien, y alguien ha creído en ti.
En el mejor de los casos para estos Managers, su equipo le tendrá miedo y conseguirá los objetivos en el corto plazo, aunque en el largo plazo todo se va a desmoronar, ya te lo digo.
En el peor de los casos para este Manager, en menos de 6 meses va a estar en la calle porque ni su equipo, ni sus clientes, ni los resultados van a estar de su lado.
Esta semana se ha hecho viral una declaración del bueno de Giannis (ojo a su vida) sobre el Ego, os dejo la master class de menos de dos minutos para que lo veáis si aún no lo habéis hecho:
Pues bien, como dice Giannis, “lo que ganaste en el pasado, eso es tu ego”. Deja de pensar en lo mucho que hiciste, deja de pensar en que alguien te debe algo, deja de lado eso de que ahora eres el ‘jefazo’.
Ahora, como Manager, eres una persona con tremenda ascendencia sobre un equipo de personas que te tienen como referencia en su vida laboral. Eso significa que durante unas 8 horas al día dependen de cómo hagas tú trabajo como Manager porque eso va a afectar a su rendimiento actual, y a su progresión futura. Por tanto, deja de lado el rollo ‘jefazo’ y céntrate en cómo ayudar a tu equipo a conseguir un mejor resultado, proporciónales los recursos que necesiten; asegúrate de que tienen las mejores condiciones posibles para alcanzar las cotas más altas. Apóyales en su carrera para que puedan avanzar por diferentes vías y así aportar al equipo ‘out of the box’.
Como Manager, siento decírtelo si tenías otras expectativas, estás para servir a tu equipo, no a ti mismo. Eres un facilitador que hace que las cosas sucedan gracias a tu trabajo constante con las personas.
No dejes que tu ego se desboque
En muchas ocasiones te vas a encontrar con una dicotomía: “¿lo dejo estar, o hago que prevalezca mi opinión?”.
Depende del control emocional con el que cuentes vas a caer más o menos veces en la trampa del ego. Hay situaciones en las que simplemente no somos capaces de oir a los demás porque estamos demasiado ocupados escuchándonos a nosotros mismos, porque es que somos buenísimos y nuestras ideas son brillantes. Hay que aceptar que nuestra idea puede ser buena, pero que las puede haber mejores, y que otra persona se lleve ‘la gloria’, y qué más da? como Manager tu principal tarea es que las cosas funcionen, que los objetivos se consigan y sobrepasen, y para ello tu ego es un enemigo, no un aliado. Te ayudará tener la mente abierta a otras opiniones, a otras perspectivas que puedan complementar tu punto de vista o directamente ofrecerte una solución completamente diferente y que funcione mejor que la que tú presentabas.
Como Manager, debes respetar la opinión contraria, y no sólo eso, debes cultivarla con cariño, porque de ahí sales muchas ideas laterales que no te habías planteado siguiendo la ruta mental habitual.
Debes aceptar que a veces metes la pata y que alguien de tu equipo lo pueda hacer notar, debes aceptar que en el pasado lo hiciste maravillosamente pero que ahora no llegas, y que por tanto necesitas ayuda. Debes aceptar que tal vez un día el que es ahora un empleado de tu equipo pueda ser mañana tu jefe, y está bien. Debes aceptar que el Manager está para servir, y no para ordenar, y si alguien te dijo lo contrario, te estaba engañando, (si es que quieres que tu carrera como Manager sea exitosa).
Ojo, no confundir servir a tu equipo, con ser un pelele en manos de tu equipo. Lo primero lo haces para asegurarte que cuentan con las mejores condiciones para realizar su trabajo, aprovechando tu posición. Lo segundo es un problema de carácter, tan perjudicial como ir de ‘jefazo’. El equilibrio es complicado, por eso nos pagan :)
Recibir sin orgullo, desprenderse sin apego
Marco Aurelio
Un cuento para terminar
“En otros tiempo había personas que iban de aldea en aldea ganándose modestamente la vida vendiendo distintas cosas o exhibiendo sus habilidades, una de esas personas era un arquero que había practicado su arte desde muy joven hasta llegar dominarlo a la perfección. Iba de feria en feria haciendo demostraciones (…)
El arquero instalaba un pequeño blanco y luego exhibía su destreza, lanzando flechas que clavaba sobre las que ya habían dado en el centro del blanco, abriéndolas por la mitad. Los aldeanos disfrutaban de sus demostraciones, aplaudían y le animaban a ejecutar más proezas como esas (…)
(…) Pero un día, mientras exhibía su destreza en una feria local, sucedió algo inesperado. De entre la multitud que aplaudía y animaba se oyó una voz que decía:
- bah! es sólo cuestión de práctica
El arquero pensó “el tonto que nunca puede faltar!” No hizo caso y volvió a concentrarse. Lanzó otra flecha provocando nuevas aclamaciones, pero de nuevo apareció el mismo comentario irritante:
- bah! es sólo cuestión de práctica
(…) Entre la multitud vio a un vendedor de aceite sentado junto a sus dos barriles y un montón de botellas vacías. Cuando terminó fue a buscarle
-oye! eras tú el que decía que es sólo cuestión de práctica?
-sí, era yo
-Qué quieres decir con que es sólo cuestión de práctica? ¿No sabes que soy el mejor? No hay quien me supere. Nadie puede hacer lo que yo hago
-Cálmate, tranquilo… tú lo haces bien porque has practicado mucho, si no hubieras practicado tanto, no serías tan bueno.
-Si fuera sólo una cuestión de práctica, cualquier podría hacerlo, pero el único que lo consigue soy yo.
-Déjame mostrarte algo
Sacó del bolsillo una moneda con un agujero en el centro y la colocó sobre la boca de una botella vacía. Levantó uno de los pesados barriles y fue vertiendo aceite a través del agujero de la moneda hasta llenar la botella, sin derramar una sola gota. Luego se volvió al arquero y le dijo:
-ahora inténtalo tú
El arquero comprendió que no tenía ninguna posibilidad de hacerlo y se dio cuenta de que realmente era cuestión de práctica y miró al vendedor como disculpándose (…)”
Lo anterior ha sido un extracto de “Cuando el desierto florece”, de Prem Rawat.
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