Empiezo por la respuesta: sí, claro.
Vamos al lío.
En un mundo paralelo, los Managers o gestores de personas no existirían o serían mínimos. En este mundo paralelo cada profesional actuaría con el mismo sentido común y tendría los mismos valores, cada persona respetaría el trabajo del otro, así como los compromisos con los interesados (stakeholders), y la dirección de la organización sería lineal, y no cambiante. En ese mundo no haría falta la figura del Manager, porque existiría una auto-organización en el que las empresas fijarían objetivos, y los personas alinearían su parte del trabajo con esos objetivos para entre todos cumplirlos, en tiempo y forma.
Lo anterior sólo es posible en una organización donde cada individuo es un algoritmo que obedece a una serie de órdenes preestablecidas, todos con un propósito, no hay posibilidad al rechazo. También es posible en organizaciones biológicas tipo colmena, en el que todos trabajan para un bien común, mayor, como puede ocurrir con las abejas u hormigas, o en la ciencia ficción con la fascinante novela El juego de Ender, donde los insectores juegan ese papel.
En el mundo real, imperfecto y maravilloso, los seres humanos gozan de una individualidad extrema, cada persona es única y cuenta con su propia personalidad, valores, pasado, contexto actual, anhelos, fobias y sueños. Todas las personas tenemos un diálogo interior en el que todo lo anterior se entrelaza y guía en nuestra toma de decisiones diarias, en cómo actuamos en nuestra vida privada, y cómo en la vida profesional, que es de lo que aquí hablamos.
En el mundo real, cada empresa tiene como finalidad ganar dinero, esto es una obviedad, pero la forma en la que se ejecuta el plan es diferente dependiendo de qué hacen, por qué lo hacen, y cómo lo hacen. Muchas empresas cuentan con unos valores sólidos, y/o un liderazgo fuerte, y en estos entornos muchas personas pueden coincidir con ello y disfrutar de su día de trabajo, y otros por el contrario estar en desacuerdo, dificultando con ello la motivación necesaria para desempeñar cualquier empleo.
En cada equipo de trabajo, cada mañana, se unen personalidades diferentes que comparten un objetivo común en su vida profesional, pero que presentan un contexto muy distinto:
Tal vez una o varias personas del equipo estén viviendo un momento dulce de su vida y todo es optimismo y buena disposición
tal vez una o varias personas del equipo han sufrido una pérdida recientemente
tal vez una o varias personas del equipo han tenido un hijo/hija
tal vez una o varias personas del equipo no se encuentren motivadas con el trabajo que realizan
tal vez una o varias personas del equipo consideren que su salario es bajo y se encuentren incómodos
tal vez una o varias personas del equipo quieran mayor reconocimiento o una promoción
tal vez una o varias personas del equipo no crean en ti como Manager
tal vez una o varias personas del equipo no trabajen bien con otros miembros
tal vez una o varias personas del equipo estén sufriendo una depresión
tal vez una o varias personas del equipo haya recibido alguna oferta de trabajo de otra empresa
tal vez una o varias personas del equipo tienen nuevas ideas que proponerte
tal vez una o varias personas del equipo están dispuestas a asumir mayor responsabilidad
tal vez una o varias personas del equipo tienen poca experiencia
tal vez una o varias personas del equipo necesitan formación
tal vez una o varias personas del equipo quieren ayudar a otros compañeros
tal vez una o varias personas del equipo no quieren ser ayudados por otros compañeros,
…
Y sin embargo todos tienen un objetivo común, marcado por la empresa, y que debe ser satisfecho bien, muy bien, o excelente, pero nunca mal.
Si cada persona del equipo tira de un lado diferente de la cuerda, el equipo se descompensaría, y el objetivo estaría en riesgo.
Aquí es donde entra en juego la labor del Manager, imprescindible, para que cada persona del equipo con sus circunstancias dirija sus esfuerzos en la misma dirección y sentido que el resto del equipo. El Manager, uno bueno, gestionará de forma individual el contexto de las personas del equipo, les conocerá y guiará para sacar de ellos el máximo rendimiento posible, les motivará para que aporten valor sin esfuerzo, alineará los intereses de las personas con las de la empresa para que el binomio empresa-persona, empleador-empleado fluya sin fricciones; además facilitará un entorno de crecimiento en el que la persona pueda mejorar algunas de sus habilidades y se reconocerá el valor aportado por los empleados, con reflejo en su desarrollo profesional en la compañía.
El Manager además gestionará la relación con otros departamentos para establecer sinergias en beneficio de la empresa y las personas, pero también hará de muro cuando el equipo o algunas de sus personas puedan ser perjudicadas. Se asegurará de que el equipo sea impermeable a las tormentas, soportando el peso para que ellos puedan seguir realizando el trabajo sin presión innecesaria.
El Manager, uno bueno, aunque buscará algunos quick wins, tendrá su mente siempre puesta en el medio plazo para generar una mejora continua en el equipo, que mejore los procesos, rendimientos y compromisos, pero que también sea robusto, o mejor aún antifrágil que diría Taleb, ante posibles eventualidades que pudieran suceder de forma interna o externa al equipo. Muchas eventualidades no se pueden prever, pero el Manager debe contar con alternativas que cubran el mayor número de variables posibles.
De nada sirve tener una o varias personas top en tu equipo si luego cada persona trabaja de forma inconexa, aislada. La clave está en elevar el nivel medio del equipo, en que el esfuerzo de todos hagan que el equipo sea top, no una o varias personas.
Una famosa cita atribuida a Michael Jordan dice: "El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos"
De forma visual:
Una orquesta sinfónica necesita un director para que haya armonía en la obra, de otra forma harían ruido en lugar de arte.
No es lo mismo el Barcelona de Guardiola que el Barcelona del Tata Martino
No es lo mismo el Madrid de Mourinho que el Madrid de Lopetegui
Y si el Manager no aporta en los objetivos anteriores, también es necesario? He visto algún equipo que ofrecía mejor rendimiento sin Manager que con el que había, muy curioso. Es responsabilidad de la empresa encontrar al mejor Manager posible para gestionar sus equipos, y si el que hay no lo consigue es necesario buscar alguien que lo haga, porque según varios estudios y artículos muestran, una de las principales razones que tiene una persona para abandonar una empresa es su Manager. Las personas de un equipo no necesitan un supervisor cuyo trabajo sea ver las métricas del día anterior, necesitan alguien que les aporte valor, visión y soporte para ofrecer la mejor versión profesional posible.
Hay mucha literatura y artículos sobre la importancia clave en el éxito de una empresa del Middle Management (aka mando intermedio o Manager), lo veremos en futuras sesiones.
En las próximas entradas se revisará cómo un Manager puede hacer, en la práctica, que su equipo funcione en armonía, como una orquesta sinfónica.
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