Humanismo no es buenismo
Como Manager aspiro a ser equitativo, dando a cada persona del equipo lo que merece en función de sus méritos y ayudándoles a crecer desde un punto de origen que será diferente para cada persona. Esto se puede conseguir con una gestión humanista del equipo como hemos visto en entradas anteriores.
Sin embargo, en muchas ocasiones confundimos humanismo con buenismo.
Existe cierta tendencia social y profesional a ofrecer nuestra mejor versión como Managers cuando las cosas van bien, cuando se trata de aplaudir y animar por el buen desempeño o progreso. Sin embargo cuando las cosas vienen mal dadas, o cuando el rendimiento ha bajado, o cuando la actitud no es la adecuada, muchos Managers esconden la cabeza o miran hacia otro lado, o directamente quitan importancia a esta situación y animan de forma tibia a las personas a mejorar
Buenismo = Veneno
El buenismo es veneno para tu equipo, porque a través del buenismo estás limitando el crecimiento de las personas, la mejora de su rendimiento, e incluso su desarrollo profesional.
No hay nada más injusto que el buenismo, porque no estás siendo equitativo, estás favoreciendo a algunas personas del equipo por las razones incorrectas, probablemente porque no quieres enfrentar la realidad como Manager de poner a las personas frente a su espejo.
La gestión humanista, o Human-Centered Management, no consiste únicamente en mostrar una sonrisa permanente a tu equipo, crear el mejor ambiente posible, animar y apoyar a cada miembro del equipo para que alcance su máximo rendimiento y desarrollo.
La gestión humanista también consiste en decirle a una persona que su rendimiento no está siendo bueno y que debe mejorar, enseñándole los puntos de mejora y trazando un plan de acción y seguimiento para ello; la gestión humanista también consiste en sentarse con una persona del equipo cuya actitud hacia sus compañeros no es la adecuada y explicarle que el equipo es lo primero, y que el respeto y buena predisposición es clave para que funcione, indicarle los puntos en los que debe trabajar y ofrecerle tu apoyo para conseguirlo. La gestión humanista también consiste en decirle a una persona que ha metido la pata gravemente por no realizar el trabajo con la excelencia adecuada, repasar el caso con esta persona y aclarar cualquier duda que pueda tener para que no vuelva a suceder en el futuro.
En la gestión humanista nos centramos en la gestión de las personas para beneficio del equipo, pero si una persona tiene una actitud negativa y un rendimiento pobre que no se consigue mejorar tras un plan de acción, entonces sería tremendamente injusto para el resto de miembros del equipo que no se tomara ninguna acción, sería muy dañino para el equipo actuar de forma buenista, dejándolo estar, quitándole importancia y así mandar al equipo un mensaje nocivo para tus intereses como Manager: "aquí no pasa nada”
Ser Manager implica decir las verdades del barquero
Con actitud buenista como Manager, acabarás consiguiendo que todo el equipo baje su rendimiento y motivación, porque verán la situación como injusta, verán que favoreces a un compañero sólo por no querer hacer frente a tus obligaciones como Manager.
La risa está bien y es necesaria en el equipo. La diversión está bien y es necesaria en el equipo. Pero esto sólo se consigue siendo equitativo, dando tu apoyo al equipo siempre, no sólo cuando las cosas van bien, ejerciendo tu rol de Manager para poner un plan de acción cuando las cosas no van bien con el propósito de mejorar, dejando claro qué se debe mejorar porque hay un gap que cubrir.
No confundamos humanismo con buenismo. La principal misión del Manager es conseguir o superar los objetivos CON las personas, pero si hay obstáculos que impiden llegar a estos objetivos, entonces debes tomar todas las acciones necesarias CON las personas para reconducir en la dirección adecuada, y no mirar a otro lado como si nada ocurriera, porque en caso contrario perderás el respeto del equipo, y ahí, todo está perdido.
Feedback honesto
Las personas del equipo sólo pueden progresar si el Manager es honesto con ellos, si les decimos claramente cuáles son los puntos de mejora en los que se debe trabajar. Si nadie te dice que hay cosas que no haces bien, o que puedes mejorar, ¿cómo lo puedes saber? si el único feedback que recibes es positivo, buenista, cómo vas a mejorar??
Todos tenemos aspectos profesionales que mejorar, pero para ser consciente de ello necesitamos que nuestros Managers nos lo digan, o cualquier otro compañero, sin que eso suponga un problema.
No se puede tener la piel muy fina si verdaderamente queremos hacer crecer a nuestros equipos.
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